Cuernos de rinoceronte: La matanza de animales por la salud del hombre
Gabriela Alcívar
Cada 30 horas aproximadamente muere un rinoceronte en Sudáfrica debido a la caza ilegal. Este país reportó en lo que va del 2011 287 muertes de esta especie en extinción según datos de la World Wide Fund for Nature (WWF), y ya han sido arrestadas 165 personas implicadas en la caza ilegal. ¿De qué se trata este mercado ílicito? En países asiáticos como China y Tailandia los cuernos de rinoceronte son apreciados por supuestas propiedades curativas y afrodisiacas, lo que ha logrado que el valor de estos llegue a ser igual o mayor que el valor del oro y de la cocaína. Un cuerno puede llegar a valer más de 50 mil dólares en el mercado negro. Esta exquisita cifra compromete a toda una red de cazadores furtivos, traficantes e instituciones casi tan peligrosa y clandestina como el narcotráfico.
Según la medicina tradicional china, la sustancia de la que están compuestos los cuernos de rinoceronte puede llegar a curar el cáncer, la fiebre, la gripe alta y la hipertensión, así como también la impotencia sexual. Entonces la pregunta es: ¿Si existiera la remota posibilidad de que un familiar padeciendo un cáncer se salvara de esta forma, lo aceptarías? ¿Aceptarías la caza indiscriminada de estos animales que evidentemente los llevarían a la extinción? En el mundo sólo quedan 5000 rinocerontes repartidos entre Asia y África, y la caza indiscriminada llevarían a esta especie casi “dinosaurica” a su fin en tan sólo 20 años. Pero, claro. Si hablamos de llegar a una situación límite como ésta, uno siempre está dispuesto a hacer hasta lo imposible para curar a un ser querido. Desde la ciencia más avanzada, hasta la medicina natural y los métodos alternativos como el reiki, son tratamientos a los que se suele recurrir en una situación extrema como una enfermedad terminal. Sin embargo, si está probado por la ciencia médica que las propiedades curativas de los cuernos de rinoceronte no son más que un mito, ¿lo intentarías igual?
Esta noticia difundida en el Día Mundial del Rinoceronte, pone sobre el tapete un tema de bioética que suele tener varias posturas al respecto: la cuestión sobre la caza de animales a beneficio del hombre ya sea por razones medicinales o simplemente placenteras, como las sustancias afrodisiacas. En esto entra la injusta caza de tiburones por sus aletas, la carne de ballena o la de delfines, etc. Es decir, definir hasta qué punto el hombre tiene o debería tener poder sobre otros seres vivos.
Estoy de acuerdo que cuando uno debe afrontar una enfermedad o la enfermedad de un familiar intentaría todo, sin embargo está casi comprobado que los cuernos de rinoceronte no alivian estas enfermedades y que lo único que está generando es un mercado ilegal que mueve millones de dólares al año. Las autoridades sudafricanas, de donde provienen los rinocerontes; las vietnamitas, donde se genera el mayor tráfico de cuernos, y las autoridades chinas, país donde se encuentran los mayores compradores, están tratando este tema con el fin de palear el mercado negro. Pero, lamentablemente han llegado a hablar de regular la caza permitiendo la sustracción de cuernos de estos animales, sin que se los maten. Algo, en mi opinión, de igual nivel de crueldad. Casi como cortarle la cola a un perro o nuevamente, la aleta a un tiburón. Es decir, y por supuesto, cada parte del cuerpo tiene una finalidad y remover los cuernos de los rinocerontes sólo para alimentar un mercado con una demanda mucho mayor, debería ser algo inaceptable. Es que simplemente, no se lograría satisfacer la demanda ni con la matanza de todos los rinocerontes del mundo. El ser humano ha jugado a ser Dios y a ser el que decide sobre la vida del resto del planeta. En esto hemos caído en un error y la búsqueda de nuestra conservación no debería traspasar la de otro, sino buscar elementos alternativos.
Gabriela Alcívar
Ya la charlamos en clase... pero está muy bien la nota Gaby. Y sigo pensando que es un tema digno de discusiones bioéticas...
ResponderEliminarSaludos
Quique Garabetyan