Por Santiago Gluzsznaider
Pocas manzanas pudieron cambiar la historia del mundo, tal vez la primera haya sido la de Eva –o la manzana prohibida- después cayó desde un árbol la de Isaac Newton –la manzana de la revolución del conocimiento-; más adelante el sello discográfico Apple Records de Los Beatles – o la manzana artística- y después una diferente a las demás, tal vez por los colores que mostraba en el primer logo y su leyenda “Think Different”.
Lo cierto es que corrían los años 70 y Steve Jobs junto a su compañero Steve Wozniak pasaba los días en el garaje tratando de construir una computadora que todas las personas pudieran usar desde sus casas. Para esos años la idea de una computadora personal era completamente irracional, pero Steve siempre pensó diferente y no dudó en seguir adelante con su proyecto aportando todo su saber y astucia (la manzana del conocimieto)… De esa manera surgió Apple, hoy en día una de las empresas mejor cotizadas en el mundo, que tiene un valor aproximado de 360 mil millones de dólares.
La otra virtud de la empresa fue siempre cuidar el estilo y ser exigentes al máximo con sus productos. No eran sólo computadoras, debían ser piezas de arte, y así lo demostraron con el pasar de los años. La otra manzana que hizo su labor acá fue la artística y sobre todo el mundo de la música que Jobs revolucionó con la llegada del iPod y del iTunes. Pero los Beatles también aportaron para generar el modelo de trabajo de Apple; en una entrevista en el programa 60 Minutes Jobs afirmaba: “Mi modelo de trabajo son Los Beatles: eran cuatro tipos que dejaban de lado las tendencias negativas de cada uno y se balanceaban entre ellos para lograr algo mejor. De esa manera, el resultado final era mucho más grande que la suma de las partes. Las cosas geniales en una empresa nunca son hechas por una sola persona, sino por un equipo de gente”.
Pero, ¿qué pasaba mientras tanto en Argentina? Con la suerte que nos caracteriza, nos tocó la manzana prohibida de Eva. Los productos de Apple en nuestro país son muy caros y difíciles de conseguir (hay pocos locales oficiales Apple). Esto se debe a la tardanza de su llegada, además de que somos un país donde predominan otros sistemas operativos diferentes al OS X ya instalados muchos años antes del arribo “masivo” de Apple al país. Pero hay una luz de esperanza, de a poco los compatriotas se van acostumbrando a los productos de Steve Jobs. Las computadoras son utilizadas generalmente por gente del rubro gráfico y por algunos curiosos, pero también hay personas que no se pueden separar de sus iPod’s (falta que llegue una tienda iTunes) y los nuevos “chiches” el iPhone y el iPad de a poco se hacen moneda corriente para lo más aventurados. Argentina de a poco se come la manzana prohibida y la deja atrás para siempre. Tal vez el único error que cometió Jobs en su carrera haya sido que la manzana tecnológica tardó mucho en llegar a nuestro país y todavía no la podemos disfrutar al máximo.
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